Desde la adquisición por parte del grupo Crédit Agricole, la exigencia de calidad, la negativa a ceder en las instalaciones y la conciencia del alto valor del lugar han guiado los pasos de la finca. Bajo los auspicios de Anne Le Naour, se realizaron importantes inversiones para permitir que esta famosa cosecha recuperara todo su esplendor y volviera a desempeñar un papel protagonista en la escena bordelesa. Un esfuerzo elogiado por la crítica especializada que cada año concede puntuaciones superlativas a los vinos de Château Meyney Viñedo: En el corazón de la constelación de Crus Classés de Saint-Estèphe, a medio camino entre los viñedos de Château Montrose (2.º Cru Classé) y los de Château Calon Ségur (3.º Cru Classé), Château Meyney sigue siendo para todos "el olvidado de la clasificación de 1855”. El terruño es notable: el castillo Meyney está situado en una colina de grava con drenaje natural hacia el estuario y con una exposición ideal. Una fuerte pendiente hace que el viñedo vaya ascendiendo progresivamente hasta los 20 metros de altitud, lo que facilita el drenaje natural del terreno. La grava reposa sobre una base profunda arcillo-calcárea, reserva de humedad imprescindible para las raíces de la vid durante los periodos de sequía. Región: Burdeos Denominación de origen: Saint-Estèphe AOP Cru Bourgeois Añada: 2014 Color: Rojo Capacidad: 750ml Variedad de uva: Cabernet Sauvignon 42% Merlot 7% Petit Verdot Embalaje: Cartón Alcohol: 13,5 Sabor Potente y robusto Saboreo: Château Meney tiene un bouquet delicioso y bien definido de mora, cedro y lapicero típico de su Saint Estèphe. En boca es de cuerpo medio con taninos adherentes en la entrada, buen peso en boca y esa tintura de grafito que recuerda a Pauillac en el final. Hay un toque masticable aquí, algunas asperezas que deberán suavizarse con el envejecimiento en botella, pero sigue habiendo un buen potencial. Temperatura de servicio: 17/18 Alérgeno: Sulfitos Calificación: Defensor del vino Cuando probé el Meyney 2014 en barrica, lo describí como una pequeña joya. Ahora en botella, ¿sigue igual de brillante? Pues tiene un delicioso y bien definido bouquet de mora, cedro y lapicero típico de Saint Estèphe. En boca tiene cuerpo medio, con taninos adherentes al principio, buen peso en boca y ese matiz de grafito parecido al de Pauillac al final. Hay un toque masticable aquí, algunas asperezas que deberán suavizarse con el tiempo en botella, pero sigue habiendo un buen potencial. Información: La información publicada anteriormente presenta las características actuales del vino en cuestión. No es específica de la añada. |